Hubo un momento en la historia reciente de la música en el que la irrupción de la tecnología digital abrío a musicos y artistas una inmensa gama de posibilidades en la exploración del sonido y la composición. Disqueras como Warp y su acoplados Artificial Intelligence integrados por ahora clásicos de la IDM como Autechre, Black Dog, B12 y Apex Twin con su proyecto Polygon Window nos sorprendían con paisajes sonoros logrados con el ensamblaje del beat electrónico y su manipulación.
Así la Intelligence Dance Music nos inundó las neuronas de imágenes y ritmos a más de uno en todo el globo terráqueo propiciando su expansión y apropiación en diversas regiones del planeta. En México tenemos una buena cantidad de ejemplos que me encargaré de montar en este espacio más adelante. Ahora toca el turno a Argentina.
La comunidad musical argentina, el mismo Cerati incluido, por ahi del año 2000 se agrupó y creo un bello y ahora desaparecido proyecto: Frágil Records, un sello discográfico a manera de colectivo que recogío el trabajo de electrónica abstracta de Gustavo Lamas, Leo García, Leandro Fresco, Ocio (proyecto del Soda Stereo) y Pommerenck.
Aún recuerdo como con el bum de la electrónica llegaban estos discos de Argentina a tiendas como Tower Records en un nutritivo y constructivo afán de estar a la vanguardia global musical. Algo destacable es el diseño de la imagen de los discos de Fragil: superficies continuas de color con algún elemento gráfico protagonista, muy minimalista y representativo del sello y su música.
Así la Intelligence Dance Music nos inundó las neuronas de imágenes y ritmos a más de uno en todo el globo terráqueo propiciando su expansión y apropiación en diversas regiones del planeta. En México tenemos una buena cantidad de ejemplos que me encargaré de montar en este espacio más adelante. Ahora toca el turno a Argentina.
La comunidad musical argentina, el mismo Cerati incluido, por ahi del año 2000 se agrupó y creo un bello y ahora desaparecido proyecto: Frágil Records, un sello discográfico a manera de colectivo que recogío el trabajo de electrónica abstracta de Gustavo Lamas, Leo García, Leandro Fresco, Ocio (proyecto del Soda Stereo) y Pommerenck.
Aún recuerdo como con el bum de la electrónica llegaban estos discos de Argentina a tiendas como Tower Records en un nutritivo y constructivo afán de estar a la vanguardia global musical. Algo destacable es el diseño de la imagen de los discos de Fragil: superficies continuas de color con algún elemento gráfico protagonista, muy minimalista y representativo del sello y su música.
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